Hola~
Antes de que lean este fic quiero decir que es especial pues aunque llevo ya tiempo que leo fic's yaoi y veo anime y manga yaoi, nunca lo he escrito. Soy totalmente inexperta en este tema a la hora de empezar a escribirlo.
..
Despertó con un fuerte dolor de cabeza, apenas si podía abrir los ojos lo suficiente para enfocar y lo primero que vio era que esse no era su cuarto. Al intentar sentarse sintió un gran dolor en la cadera, aunque la cama fuera de un suave material.
Miró detenidamente a la persona que dormía a su lado aunque al principio fue un gran shock, ahora miles de emociones recorrían su ser. El solo hecho de tenerlo ahí junto a él, ambos desnudos, con una clara idea lo que había ocurrido en esa noche (pues el dolor en su trasero no podía ser sin ninguna razón), lo alegraba de sobre manera; razonar la situación hacía palpitar su corazón a mil por hora , lo que siempre soñó, lo que creía imposible ahora mismo estaba ocurriendo. Apesar de eso, no todo era felicidad, pues seguía confundido no recordaba nada después de que se tomó el tercer vaso de una bebida que Yabu le había recomendado.
El que pasaría después comenzaba a aterrarlo ¿Qué pasa si Yamada despertaba?, ¿Cómo reaccionaría? ¿Se arrepentiría? ¿Recordaría algo de lo sucedido?. Su corazón se aceleraba por tantos motivos en estos momentos un ataque al corazón no se le haría anormal.
Volvió a ver a su amado, era tan hermoso, el saber que esa persona pretendida por muchos (tanto hombres como mujeres), le había pertenecido una noche, aunque no tuviera los recuerdos de esa noche, las marcas de su cuerpo le daban suficiente para imaginar.
Acaricio sus suave cabello castaño y aprovechando que el chico se mostraba reacio a despertar le dio un suave beso en su mejilla apenas un dulce roce. Se había imaginado ese momento millones de veces despertar a lado de él, acariciándolo, mimandolo. Sólo que en su fantasía Yamada correspondía todos sus mimos, sin embargo se conformaba con el hecho de que en esa cama habian intercambiado caricias y besos, aunque en estado etílico. Por ese tiempo él podía afirmar que era su Ryosuke. Empezó a sentir como el chico a su lado se movía levemente y su cobarde mente solo le dio una opción en ese momento: finge dormir.
Yamada abrió los ojos. Observó su cuarto y una cabellera morena al lado de él. Tardó unos segundos hasta que su corazón dio un vuelco cuando reconoció a la persona, era Chinen, acercó una de sus manos, casi por inercia, hasta su espalda tocándolo suavemente. Cabía la posibilidad de que fuera una ilusión, como tantas veces le pasaba, pues debía confesar que llevaba enamorado de ese chico desde hace bastante tiempo.Cuando confirmó que el era su Chinen, escenas de lo sucedido la noche anterior golpearon su cabeza, logrando que su corazón acelerará en desmedida, que haría ahora, podría huir en ese mismo instante y hacer de cuenta que nada había ocurrido, o podría esperar a que Chinen despertara para hablar sobre el tema, lo que más le aterraba era, por sobre la reacción de Chinen, cómo sería su relación a partir de ahí tal vez le tendría miedo , tal vez lo ignoraría, o la más dolorosa opción le pediría que lo olvidara, cómo podría siquiera pensar en olvidar ese gloriosa noche en que por fin el adorable Chinen había estado en sus brazos; jadeando y gimiendo, con las mejillas sonrosadas. Con cobardía se levantó de la cama esperando no despertar al otro suponía que lo mejor era vestirse y salir de ahí.
Chinen entendió que el chico a su lado dejaba la cama para salir de la habitación, sintió como si le estrujaran, ya se esperaba eso pero aun así dolía, le hacía sentir miserable saber que Yamada había decidido huir por sobre todas las opciones, eso demostraba con claridad que él no era nada especial para él, las lágrimas caían con impotencia de sus ojos su boca se torcía en un puchero, se sentó en la cama (aunque le doliera), abrazándose a sí mismo, imaginando escenarios diferentes; en los que Yamada lo estrujaba entre sus brazos, le susurraba que lo amaba , que no se arrepentía de lo sucedido,pero solo era eso simples fantasías.
Se oyó la puerta del departamento en el que estaba, ese sonido solo le indicaba que se había marchado. Sin poderlo evitar empezó a soltar sollozos por el llanto y es que a cada minuto que pasaba su corazón se hacia mas añicos. No sabía que hacer. Aunque quisiera irse con la dignidad por los suelos su dolor en la cadera era tan fuerte que le impedía pararse.
-Yama-chan...- llamó sabiendo que nadie le iba a contestar- Ryu-chan- sin respuesta pero que esperaba ¿Que no hace poco había quedado claro que el dueño de ese departamento ya no estaba ahí? - Ryo-chan- susurraba su nombre con dolor solo queria decirlo, tenía esperanzas de que regresara por el.
Estaba dispuesto hablar pero extrañamente las palabras no salían de su boca, llevaba ensayando lo que diría mientras caminaba por las calles, pero de qué sirvió si ahora no se le ocurría nada.
Miro los ojos de Chinen estos le miraban esperando que hablara pero en ellos también captó cierto brillo que ha decir verdad se le hacía bastante familiar. Sabiendo el significado de ese brillo antes, no hubiera guardado sus sentimientos por tanto tiempo. Sonrió sin despegar su mirada de él, viendo como este lo miraba con gesto confundido.
-Te amo, Chinen- al nombrado sus ojos se le abrían por la sorpresa y parecía estar en shock, pero antes de que este hablara junto sus labios rozandolos con ternura no tenía prisas solo queria sentir aquellos labios que tanto había deseado, cuando por fin sintió que Chinen correspondió su beso coloco sus manos en las tersas mejillas del castaño para intensificarlo más, al mismo tiempo que el pequeño hundía sus manos en su cabello. Poco a poco lo fue recostando en la cama.
Se separaron lentamente más por falta de oxígeno que por querer.
Chinen no podía controlar la felicidad que sentía en ese momento, su chico, al que tanto había amado pensandose no correspondido ahora se le declaraba, volvió a llorar sin poderlo evitar pero ahora sonreía de forma tierna.
-Yo también, te amo Ryosuke-
Yamada junto sus frentes con cariño antes de darle un pequeño beso.
-Por cierto ¿Por qué te fuiste?- le reprocho.
-Necesitaba pensar, me daba miedo como fueras a reaccionar-lo miro a lo ojos con sinceridad pero su rostro se transformó, después de algunos segundos en uno de preocupación- ayer...me exedi, lo siento Chinen - recargo su frente en el hombro del menor- entonces se me ocurrió ir a comprar pomada y pastillas para el dolor- le mostró la bolsa que había dejado en el suelo.
-Pues bien-se volteo dejando su trasero desnudo a la vista de ryosuke- Empieza a masajear. Me duele mucho~- el mayor se relamió los labios al ver su suave trasero pero sabía que si atacaba al menor ahora podría hacerle mas daño, asi que se limitó a darle un beso en esa zona haciendo sonrojar al pequeño - ¡Pervertido!- Yamada sonrió de lado para después darle un beso en los labios - Ryo-chan- llamó en un susurro, lo suficiente audible para que su acompañante lo escuchara.
-¿mmm?-
-¿Qué somos?- el mayor se le quedo viendo
-No es obvio- sonrió seductoramente - amigos con derechos- el pequeño se puso rojo inmediatamente ante su contestación más por el coraje que por vergüenza.
-¡Ryosuke!-
-Tu sabes que no es cierto, amor~-
-Entonces,¿somos novios?-
-¿Tu quieres que lo seamos?
- Si, si quiero- sonrió dulcemente y a Yamada no se le pudo hacer mas lindo.-Ryosuke...¿puedo pedirte un favor?-
-Lo que tu quieras-
-Llámame por mi nombre-
- De acuerdo- observo como el pequeño escondía su rostro sonrojado con las sábanas,- Te amo, Yuri- el pequeño levantó su cabeza para verlo y el mayor aprovechó para aprisionar,de nuevo, sus labios. Terminada la efusiva muestra de cariño se unto pomada en las manos y empezó a masajear el suave trasero de su pequeño novio.
- Y...yo a ti Ryosuke-
El que pasaría después comenzaba a aterrarlo ¿Qué pasa si Yamada despertaba?, ¿Cómo reaccionaría? ¿Se arrepentiría? ¿Recordaría algo de lo sucedido?. Su corazón se aceleraba por tantos motivos en estos momentos un ataque al corazón no se le haría anormal.
Volvió a ver a su amado, era tan hermoso, el saber que esa persona pretendida por muchos (tanto hombres como mujeres), le había pertenecido una noche, aunque no tuviera los recuerdos de esa noche, las marcas de su cuerpo le daban suficiente para imaginar.
Acaricio sus suave cabello castaño y aprovechando que el chico se mostraba reacio a despertar le dio un suave beso en su mejilla apenas un dulce roce. Se había imaginado ese momento millones de veces despertar a lado de él, acariciándolo, mimandolo. Sólo que en su fantasía Yamada correspondía todos sus mimos, sin embargo se conformaba con el hecho de que en esa cama habian intercambiado caricias y besos, aunque en estado etílico. Por ese tiempo él podía afirmar que era su Ryosuke. Empezó a sentir como el chico a su lado se movía levemente y su cobarde mente solo le dio una opción en ese momento: finge dormir.
Yamada abrió los ojos. Observó su cuarto y una cabellera morena al lado de él. Tardó unos segundos hasta que su corazón dio un vuelco cuando reconoció a la persona, era Chinen, acercó una de sus manos, casi por inercia, hasta su espalda tocándolo suavemente. Cabía la posibilidad de que fuera una ilusión, como tantas veces le pasaba, pues debía confesar que llevaba enamorado de ese chico desde hace bastante tiempo.Cuando confirmó que el era su Chinen, escenas de lo sucedido la noche anterior golpearon su cabeza, logrando que su corazón acelerará en desmedida, que haría ahora, podría huir en ese mismo instante y hacer de cuenta que nada había ocurrido, o podría esperar a que Chinen despertara para hablar sobre el tema, lo que más le aterraba era, por sobre la reacción de Chinen, cómo sería su relación a partir de ahí tal vez le tendría miedo , tal vez lo ignoraría, o la más dolorosa opción le pediría que lo olvidara, cómo podría siquiera pensar en olvidar ese gloriosa noche en que por fin el adorable Chinen había estado en sus brazos; jadeando y gimiendo, con las mejillas sonrosadas. Con cobardía se levantó de la cama esperando no despertar al otro suponía que lo mejor era vestirse y salir de ahí.
Chinen entendió que el chico a su lado dejaba la cama para salir de la habitación, sintió como si le estrujaran, ya se esperaba eso pero aun así dolía, le hacía sentir miserable saber que Yamada había decidido huir por sobre todas las opciones, eso demostraba con claridad que él no era nada especial para él, las lágrimas caían con impotencia de sus ojos su boca se torcía en un puchero, se sentó en la cama (aunque le doliera), abrazándose a sí mismo, imaginando escenarios diferentes; en los que Yamada lo estrujaba entre sus brazos, le susurraba que lo amaba , que no se arrepentía de lo sucedido,pero solo era eso simples fantasías.
Se oyó la puerta del departamento en el que estaba, ese sonido solo le indicaba que se había marchado. Sin poderlo evitar empezó a soltar sollozos por el llanto y es que a cada minuto que pasaba su corazón se hacia mas añicos. No sabía que hacer. Aunque quisiera irse con la dignidad por los suelos su dolor en la cadera era tan fuerte que le impedía pararse.
-Yama-chan...- llamó sabiendo que nadie le iba a contestar- Ryu-chan- sin respuesta pero que esperaba ¿Que no hace poco había quedado claro que el dueño de ese departamento ya no estaba ahí? - Ryo-chan- susurraba su nombre con dolor solo queria decirlo, tenía esperanzas de que regresara por el.
-¿Chinen?- volteo a ver al que había dicho su nombre, ahí en la puerta del cuarto Yamada lo observaba con preocupación. A pesar de que lloraba su corazón pareció volver a la vida, como pudo creer que Yamada lo dejaria asi sin mas. El castaño se acercó suavemente como temiendo que el pequeño se alejara de él, que equivocado estaba. Pues este lo único que hacía era mirarlo -Chinen....yo...lo...siento- cuando estuvo lo suficiente cerca del moreno acarició con su mano la mejilla sonrosada del menor para limpiar la lágrima que caía por su rostro, al ver que este cerraba los ojos al mismo tiempo que sentía su tacto, comprendió que Chinen no lloraba por lo que él pensaba, pues cuando entro al cuarto y vio al menor tan indefenso, sollozando, derramando una gran cantidad de lágrimas; lo primero que vino a su mente fue la idea de que la razón de su llanto era por miedo a lo ocurrido. Pero ahora podía asegurar que se debía a su ausencia, al hecho de verse usado como un objeto sexual.
Estaba dispuesto hablar pero extrañamente las palabras no salían de su boca, llevaba ensayando lo que diría mientras caminaba por las calles, pero de qué sirvió si ahora no se le ocurría nada.
Miro los ojos de Chinen estos le miraban esperando que hablara pero en ellos también captó cierto brillo que ha decir verdad se le hacía bastante familiar. Sabiendo el significado de ese brillo antes, no hubiera guardado sus sentimientos por tanto tiempo. Sonrió sin despegar su mirada de él, viendo como este lo miraba con gesto confundido.
-Te amo, Chinen- al nombrado sus ojos se le abrían por la sorpresa y parecía estar en shock, pero antes de que este hablara junto sus labios rozandolos con ternura no tenía prisas solo queria sentir aquellos labios que tanto había deseado, cuando por fin sintió que Chinen correspondió su beso coloco sus manos en las tersas mejillas del castaño para intensificarlo más, al mismo tiempo que el pequeño hundía sus manos en su cabello. Poco a poco lo fue recostando en la cama.
Se separaron lentamente más por falta de oxígeno que por querer.
Chinen no podía controlar la felicidad que sentía en ese momento, su chico, al que tanto había amado pensandose no correspondido ahora se le declaraba, volvió a llorar sin poderlo evitar pero ahora sonreía de forma tierna.
-Yo también, te amo Ryosuke-
Yamada junto sus frentes con cariño antes de darle un pequeño beso.
-Por cierto ¿Por qué te fuiste?- le reprocho.
-Necesitaba pensar, me daba miedo como fueras a reaccionar-lo miro a lo ojos con sinceridad pero su rostro se transformó, después de algunos segundos en uno de preocupación- ayer...me exedi, lo siento Chinen - recargo su frente en el hombro del menor- entonces se me ocurrió ir a comprar pomada y pastillas para el dolor- le mostró la bolsa que había dejado en el suelo.
-Pues bien-se volteo dejando su trasero desnudo a la vista de ryosuke- Empieza a masajear. Me duele mucho~- el mayor se relamió los labios al ver su suave trasero pero sabía que si atacaba al menor ahora podría hacerle mas daño, asi que se limitó a darle un beso en esa zona haciendo sonrojar al pequeño - ¡Pervertido!- Yamada sonrió de lado para después darle un beso en los labios - Ryo-chan- llamó en un susurro, lo suficiente audible para que su acompañante lo escuchara.
-¿mmm?-
-¿Qué somos?- el mayor se le quedo viendo
-No es obvio- sonrió seductoramente - amigos con derechos- el pequeño se puso rojo inmediatamente ante su contestación más por el coraje que por vergüenza.
-¡Ryosuke!-
-Tu sabes que no es cierto, amor~-
-Entonces,¿somos novios?-
-¿Tu quieres que lo seamos?
- Si, si quiero- sonrió dulcemente y a Yamada no se le pudo hacer mas lindo.-Ryosuke...¿puedo pedirte un favor?-
-Lo que tu quieras-
-Llámame por mi nombre-
- De acuerdo- observo como el pequeño escondía su rostro sonrojado con las sábanas,- Te amo, Yuri- el pequeño levantó su cabeza para verlo y el mayor aprovechó para aprisionar,de nuevo, sus labios. Terminada la efusiva muestra de cariño se unto pomada en las manos y empezó a masajear el suave trasero de su pequeño novio.
- Y...yo a ti Ryosuke-
